Marcelo y Jesús forman parte de lo poco que queda ya en La
Catalana, un barrio en extinción de Sant Adrià del Besós.
El primero, lleva veinte años en el barrio, en su casa, en
condiciones aceptablemente dignas, el segundo algo menos, ocupando la que fuera
casa de una tía suya, resistiendo en condiciones extremas, sin opción a vivir
con unos padres con los que la relación no es buena.
Ambos esperan una oferta digna por su trozo de patria,
aquella que les permitiría cerrar esta etapa de su vida. No será fácil, pues la
crisis se ha revelado como una oportunidad única para los especuladores, y cada
día que pasa hace más difícil que el ofrecimiento llegue, quizás ya no llegue
nunca.
Mientras tanto: las máquinas, el acoso y la añoranza de
tiempos pasados.
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